JACINTO GARCÍA-ASENJO GUERRA
Párroco de Lucillos
Jacinto había nacido en Orgaz (Toledo) en 1907. Tras su paso por el Seminario recibió las Sagradas Órdenes el 19 de diciembre de 1931. Después de varios destinos es nombrado párroco de Lucillos (Toledo). El 5 de septiembre de 1935 aparece su nombramiento en las páginas de “El Castellano”. Según se sabe el término "Lucillos" sería el plural del romance lucillo que significa sepulcro. Esta palabra se deriva del latín vulgar LOCELLVM, 'cofrecillo' y según nuestro historiador Fernando Jiménez de Gregorio el nombre se toma de Val de Lucillos, 'valle de los sepulcros'. Con todo un ministerio aún por desarrollar nuestro joven sacerdote encontraría aquí el lugar de su sepulcro. Sus restos han sido siempre venerados por la gente del lugar reconociendo en él al mártir de Jesucristo.
Vivía con sus padres en la casa rectoral. Apenas iniciada la guerra, el día 24 de juliode 1936, unos milicianos vinieron a verle para pedirle las llaves del templo, con la excusa de colocar una bandera roja en la torre. Al terminar, hacia las dos de la tarde, se personaron nuevamente en la casa, y delante de sus padres en un pequeño jardín de la vivienda, sin más dispararon a quemarropa sobre Don Jacinto.
Acabada la contienda se supo que su otro hermano, tras alistarse con los nacionales cayó muerto en el campo de batalla, dejando a sus padres en triste soledad. A éstos, algunos años después de acabada la guerra, y en atención a los dos hijos muertos, el gobierno del General Franco les concedió una pensión, para que entraran en los días de su ancianidad sin preocupación ninguna por el porvenir. Pero ellos, a pesar de verse delicados de salud, destinaron todo el dinero de esta pensión a cubrir los gastos de un estudiante en el seminario de Toledo, para que otro joven llegase a ser sacerdote, y “predique -decían- de parte de nuestro hijo, que ya no puede predicar” (esta anécdota la recoge el P. José Julio Martínez, SJ en su obra “Todo y,… cantando”, Pág. 170).