ILDEFONSO LÓPEZ MORALES
Beneficiado de la S.I. Catedral y Capellán del Convento de San Juan de la Penitencia (Toledo)
Ildefonso nació en Jaén, el 18 de mayo de 1878. Tras realizar los estudios eclesiásticos, recibió la ordenación sacerdotal, de manos del obispo Victoriano Guisasola y Menendez, el 23 de abril de 1901. Fue nombrado capellán del Hospital Provincial de Jaén en 1902. En 1905, se traslada a Madrid, para ejercer como capellán de las Madres Mercedarias.
Cuando monseñor Guisasola fue nombrado arzobispo de Toledo (1914-1920) y creado cardenal, por san Pío X, el siervo de Dios le acompaña como capellán personal. El cargo recibía popularmente el nombre de “familiar”, en base a que el sacerdote que atendía al prelado lo hacía, prácticamente, las veinticuatro horas del día. Y por ejemplo, encontramos noticia de ello en El Castellano del 29 de mayo de 1915. Allí leemos que Monseñor Guisasola visita la población de Aranda de Duero (el cardenal había sido Obispo de Osma de 1893 a 1897) “acompañado de su dignísimo familiar don Ildefonso López Morales”. O, en la edición del 19 de noviembre de 1915, en donde se informe de que le acompaña a la “santa pastoral visita en la iglesia parroquial de Sonseca “. O también, el mismo periódico, el 6 de julio de 1917, narra una visita del prelado a Talavera de la Reina, con objeto de presidir la distribución de premios del Colegio interno de la “Compañía de María”. El cardenal-arzobispado acude “acompañado de don Ildefonso López Morales”. Finalmente, en La Vanguardia del 4 de septiembre de 1920 o en el ABC del 7 de septiembre de 1920, el nombre de don Ildefonso aparece ligado a los funerales del cardenal Guisasola, cuyo deceso tuvo lugar el 2 de septiembre.
Después de siete años en la diócesis primada optó por continuar en Toledo: en 1922, fue nombrado capellán del Colegio de las Terciarias Franciscanas de la Divina Pastora; en 1924, es nombrado beneficiado de la Catedral Primada; en 1927, capellán del Convento de las religiosas franciscanas de San Juan de la Penitencia de Toledo.
Algunos desconocen que la actual sede del Conservatorio de Música “Jacinto Guerrero” de Toledo, que se ubica en el claustro del antiguo convento de San Juan de la Penitencia; así como, el Centro de Estudios Internacionales San Juan de la Penitencia (Fundación Ortega y Gasset) ocupan lo que quedó del incendio devastador provocado durante los días de la persecución religiosa.
Sobre este Convento afirma José Carlos Gómez Menor en su publicación “Un monumento artístico desaparecido: el Convento de San Juan de la Penitencia”, que dicho convento “es tal vez la última fundación de aquel gran mecenas de las artes y las letras, el extraordinario cardenal arzobispo fray Francisco Jiménez de Cisneros. Este convento fue, hasta su destrucción en 1936, relicario y típica muestra del arte toledano de los primeros lustros del siglo XVI… El magno edificio encerraba la vida de una comunidad de terciarias franciscanas o isabelinas, y un colegio anexo para crianza y educación de niñas huérfanas. La fundación de ambas instituciones fue obra de la extrema vejez del animoso y espléndido cardenal, planeada en medio de las graves responsabilidades de gobierno, y completada por su hermano de orden y fiel colaborador fray Francisco Ruiz, luego obispo de Ávila, quien la hizo suya y erigió en su iglesia capilla propio y suntuoso panteón para sí y sus familiares…
Convento e iglesia se encontraban en excelente estado de conservación hasta la fecha aciaga del verano de 1936, en que todo el admirable conjunto perecía pasto de las llamas en las turbulencias de la guerra civil”
“El Castellano” del 20 de noviembre de 1935, con motivo del VII centenario de la canonización de Santa Isabel, patrona de la Orden Tercera de San Francisco, informa que “ayer, a las diez de la mañana, se celebró una misa solemne en la iglesia del convento de religiosas de San Juan de la Penitencia, oficiando el capellán de dicho convento y beneficiado de la Catedral, don Ildefonso López Morales. La parte musical, en la que figuraba un conjunto de voces de la Juventud Antoniana, fue dirigida por el organista y beneficiado de la Catedral, don Bonifacio Aguilera”.
Cuando comienza la persecución religiosa don Ildefonso también era vicesecretario de la Comisaría General de la Santa Cruzada.
Detención y martirio
En la mañana del 24 de julio el siervo de Dios celebró a las 6,30 la misa en el convento de San Juan de la Penitencia. El día anterior lo pasó oculto fuera de su casa; pero regresó esa misma mañana, pues había dicho:
-Volveré a mi casa y sea lo que Dios quiera.