TOMÁS RODRÍGUEZ PEÑO
Coadjutor de Los Navalmorales (Toledo)
El Granito de Arena (nº 704 y 705) de 5 y 20 de marzo de 1937, recoge en la página 48:
“Nos llega la triste noticia de haber sido fusilado… el señor cura de Nombela (Toledo) don Francisco Navas, joven y celoso sacerdote, Discípulo de San Juan desde seminarista, entusiasta de nuestra Obra”.
El Siervo de Dios Tomás Rodríguez Peño nació en Turleque (Toledo) el siete de marzo de 1875. Ordenado el 28 de mayo de 1904, de manos del obispo auxiliar de Toledo, monseñor Isidro Badía y Sarradell. Coadjutor de la parroquia de Sonseca; de Los Navalucillos, desde 1929 ejerce de coadjutor de la parroquia de Los Navalmorales (Toledo).
Finalmente, ambos sacerdotes, don Francisco y don Tomás, permanecieron recluidos en sus domicilios hasta el 28 de agosto, en que los milicianos del pueblo los hicieron subir a un camión y conducidos al término de Navahermosa fueron fusilados. Antes del fusilamiento gritaron valientemente: ¡Viva Cristo Rey!
Fueron sepultados en el cementerio de Navahermosa.
Don Juan Francisco Rivera recuerda “que a excepción del libro 18 de bautismos, todo el archivo parroquial fue pasto de las llamas…”. La iglesia parroquial fue destinada, desde el 24 de julio, a parque de artillería y más tarde de automovilismo, pero “el Santísimo no fue profanado. Las Sagradas Formas fueron recogidas por un piadoso feligrés quien se las entregó al coadjutor don Tomás Rodríguez. Al ser fusilado el 28 de agosto, fueron recogidas por un seminarista del pueblo que las entregó a don Ángel Jiménez. En casa de este señor han estado durante treinta y dos meses y se dio el caso curioso que al terminarse la guerra no presentaban señal ninguna de corrupción cual si hubieran sido renovadas recientemente… El dominio rojo duró hasta el 28 de marzo de 1939” (La persecución religiosa en la Diócesis de Toledo (1936-1939) (tomo II, página 158-159).