PEDRO SANTIAGO GAMERO
 Ecónomo de la parroquia de Santa Leocadia (Toledo)

Había nacido en Toledo el 14 de abril de 1893. Sus padres se llamaban Alejandro y Marta. Segundo de siete hermanos.
Tras su paso por el Seminario de Toledo, fue alumno del Pontificio Colegio Español de Roma. Allí recibirá la ordenación sacerdotal del Cardenal Rafael Merry del Val el 11 de marzo de 1917. Celebró su
primera Misa sobre el sepulcro de San Pedro en la Basílica Vaticana cuatro días después.
Una testigo, sobrina carnal del Siervo de Dios, recuerda que antes estuvo  destinado en la parroquia de Los Navalucillos. Por aquel entonces, escribió una novena a la Virgen de las Saleras, que todavía sigue usándose. Tras pasar por la parroquia de San Pablo de los Montes, finalmente fue destinado como ecónomo a la parroquia de Santa Leocadia, en Toledo. También fue profesor del Seminario Conciliar.

El 21 de julio de 1936, tomada la ciudad imperial por las fuerzas republicanas,  dejó la casa parroquial y se refugió en otra cercana con su hermano Aureliano. Pero, denunciada allí su presencia por alguien,  tuvo tiempo de huir y refugiarse con unos familiares del Siervo de Dios Benito Abel de la Cruz, Varaplata de la SICP de Toledo, éste había sido asesinado el 27 de julio. Dándose cuenta del riesgo en que ponía a esa familia, con quien tenía mucha relación, decidió regresar a la casa parroquial de Santa
Leocadia. Allí permaneció hasta que lo detuvieron el 17 de septiembre. Estuvo solamente tres días en la cárcel. El 20 de septiembre, sabemos que su  hermano le llevaba un paquete a la cárcel, pero cuando llegó le dijeron que ya no estaba. Acababan de fusilarlo. Los testimonios hablan de él como un hombre muy inteligente, gran orador y muy caritativo. Fue el último sacerdote toledano martirizado en la ciudad. Pero en gran parte de la diócesis proseguiría la  matanza hasta mediado 1937.

El siervo de Dios Pedro Santiago Gamero aparece en esta fotografía
junto al Beato Ricardo Plá Espí situado el primero de la izquierda