JUAN TOMÁS RODRÍGUEZ ROMERO
Ecónomo de Novés de Tajo (Toledo)

Nació en Alcaraz (Albacete) el 27 de octubre de 1886. Sus padres se llamaban Daniel  y Manuela. Fue bautizado el 28 de octubre de 1886 en la parroquia de la Santísima Trinidad de Alcaraz. Era el segundo de cuatro hermanos: Vicenta, Juan Tomás, Juliana y Alejo.

Tras realizar sus estudios en el Seminario Conciliar de Toledo, recibió la ordenación sacerdotal, el 19 de febrero de 1910, de manos del Cardenal Gregorio Mª Aguirre García. “El Castellano”, del 22 de febrero de 1910, da noticia de la ordenación y también nos informa que: “el mismo día dijo por primera vez, misa rezada, en el Convento de las Gaitanas, don Juan Tomás Rodríguez y Romero, siendo padrinos D. Ramón Guerra, Deán de la S.I.P., y D. Marcelino Román, capellán mozárabe. Nuestra más cordial enhorabuena”.

El 1 de marzo de 1910 comenzó su ministerio sacerdotal como coadjutor de su parroquia natal. En junio de 1913 pasa a Riópar (Albacete). Es párroco de Barrax (Albacete) desde 1918 hasta octubre de 1925.

El 27 de mayo de 1922 “La Hormiga de Oro” de Barcelona da noticia de las fiestas de la coronación de Nuestra Señora de Cortes, en Alcaraz, con motivo del VII centenario de su aparición. “A pesar del tiempo inclemente y desafiando las nevadas, acudieron en romería millares de fieles al Santuario de Cortes, donde fue el celebrante el obispo auxiliar de Toledo, Ilmo. P. Mateo Colom. La procesión en que fue sacada la coronada imagen resultó un espectáculo conmovedor”.

En la fotografía: “Solemne procesión. La imagen de la Virgen, saliendo de la iglesia de la Santísima Trinidad”.

Un mes antes, el 26 de septiembre de 1925, en “El Castellano” podemos leer: “con todo lucimiento ha tomado el grado de doctor, en la Facultad de Sagrada Teología, en la Universidad Pontificia, el licenciado don Juan Tomás Rodríguez R. y Cortes. Nuestra enhorabuena”.

Tras culminar sus estudios es trasladado a El Bonillo (Albacete), también como párroco. Desde junio de 1931 fue párroco de Peñascosa (Albacete), hasta que en febrero se le nombra cura ecónomo de Novés de Tajo (Toledo).

Miguel Ángel Dionisio Vivas en su obra “El clero toledano en la primavera trágica de 1936” (Toledo, 2014) recoge en sus páginas:

«El nuevo año [1936] traía cambios en algunas parroquias, con el traslado de algunos sacerdotes, y los cambios que ello implicaba. Así, Bernardo Urraco, desde Novés, era destinado al seminario menor de Talavera de la Reina; don Gregorio Modrego urgía a su sucesor, Juan Tomás Rodríguez, a hacerse cargo lo antes posible de dicha parroquia, pues urgía su presencia en ella. Juan Tomás había sido anteriormente párroco de El Bonillo, y últimamente regente de Peñascosa, de donde había pedido salir debido a las dificultades, tanto de atención al pueblo, pues residía en Alcaraz y tenía que recorrer doce kilómetros de camino de sierra, como por “las encarnizadas luchas políticas y estado anormal porque atraviesa, y en donde por estos u otros motivos partidistas, siempre son corrientes, toda clase de denuncias”. El nuevo ecónomo de Novés informaba el 24 de enero de su entrada en el pueblo, donde tuvo “un recibimiento inusitado, que jamás olvidaré” (pág. 38)».

Por su parte, Juan Francisco Rivera en “Persecución en la diócesis de Toledo” (tomo II. Toledo, 1958) escribe:

«Por prohibición y temor justificado se suprimió el culto. Ese día el Comité se apoderó de la iglesia, exigiendo las llaves, pistola en mano. Totalmente saqueada, profanadas las Sagradas Formas y desparramadas por el suelo. Los altares, doce en total, destruidos; las imágenes de talla, quemadas. El órgano deshecho, varios vasos sagrados y todos los ornamentos rotos y quemados. La pila bautismal hecha pedazo. La iglesia fue destinada a hospital y almacén.

La iglesia de San Silvestre, filial de Novés, saqueada y cerrada al culto.

La ermita de la Virgen de Mongía, patrona del pueblo, saqueada y la imagen completamente destrozada.


Se robó y se cerró al culto el santuario del Cristo. La capilla del cementerio, rota la imagen y cerrada.

La casa parroquial sirvió de sede al Comité, no sufriendo daños considerables. El archivo parroquial se conserva completo.

El Comité de Defensa de la República robó los fondos de las asociaciones piadosas.

Don Juan Tomás celebró en Novés la última misa el 22 de julio. A los pocos días se le facilitó por parte del Comité un salvoconducto para Madrid. En esta capital permaneció hasta el 17 de febrero de 1937, fecha en que fue asesinado, ignorándose las circunstancias del martirio y lugar de la sepultura.

Es digno de notarse la acción heroica de Esteban San Miguel, farmacéutico de Novés. El día del saqueo de la iglesia, se enteró que los milicianos habían deshecho el Sagrario. Desafiando las iras de aquellos forajidos, don Esteban se dirigió a la iglesia, y en medio de la rechifla general, fue recogiendo una a una todas las Formas que estaban tiradas por el suelo junto al altar mayor. Las guardó cuidadosamente en una cajita de cartón y llevándoselas las repartió reverentemente entre unas niñas que con gran devoción comulgaron. Este señor murió en Madrid, más a pesar del dominio rojo tuvo la dicha de recibir el viático y demás sacramentos de un sacerdote diocesano (pág. 247)».

Su hermana Manuela declara en 1939 en la “Causa General” que «Juan Tomás Rodríguez Romero, de profesión sacerdote, de 51 años de edad, con domicilio en la calle de Recoletos nº 19 [de Madrid], fue detenido por unos que dijeron eran policías del partido comunista. Era el 17 de febrero de 1937. Siendo conducido -según le dijeron- a la comisaría del Distrito de Buenavista y, según noticias de un pariente de la declarante, que se encontraba en la cárcel de San Antón y preguntado en esta por él, no fue hallado, creyendo haya sido asesinado».

También en el libro “La dominación roja en España” (Causa General. Avance de la información instruida por el Ministerio público. 1943), en las páginas 159-161 se informa «de la “Comisaría de Buenavista”, tanto por la significación criminal de su jefe, Luis Omaña, como por la actuación sanguinaria del Consejillo político constituido en dicha Comisaría en noviembre de 1936 por los miembros de la disuelta “checa” de Fomento… Entre los individuos pertenecientes a organizaciones extremistas que acudían a esta Comisaría, a partir de noviembre de 1936, puede señalarse a uno conocido como “Matacuras”, chófer del Puente de Vallecas, que constantemente se jactaba de sus asesinatos… Los asesinatos llevados a cabo por la “checa” del Distrito de Buenavista (calle Hermosilla esquina a Velázquez) fueron numerosísimos…».

Entre los citados, en la página 160, aparece nuestro protagonista. Según las últimas noticias, por la fecha (17 de febrero de 1937), lo más seguro es que su cadáver fuera inhumado en el cementerio de la Almudena de Madrid.