FÉLIX COLLADO RODRÍGUEZ
Párroco de El Toboso (Toledo)

Había nacido en Corral de Almaguer (Toledo) el 25 de febrero de 1905. A los 12 años ingresó en el Seminario Diocesano de Cuenca. A los 22 años fue ordenado sacerdote en la Catedral de Cuenca en el año 1927. Sus primeros destinos fueron pequeños pueblos de Cuenca, luego pasó como coadjutor a Villanueva de Alcardete (Toledo), ejerciendo su labor durante cuatro años. A los 28 años se le nombró cura párroco de El Toboso (Toledo). Aquí se encontraba cuando estalló la guerra.

El 25 de julio de 1936 irrumpieron tres milicianos, armados con fusiles, en la casa parroquial y a golpes de culata, patada y empujones se llevaron a Don Félix a la cárcel del pueblo. Allí fue torturado por estos milicianos con saña y sin piedad, ayudándose de sus fusiles, pegándole patadas, culatazos y puñetazos, hasta dejarlo al borde de la muerte. Lo dejaron abandonado pensando que estaba muerto, pero al darse cuenta que no era así, volvieron a por él para darle el paseíllo.

Lo cierto fue que algún miliciano se apiadó del lamentable estado en el que estaba y decidió llevárselo a su madre. Era el 5 de agosto de 1936. A pesar del estado gravísimo en el que se encontraba, ni mucho menos lo dejaron en paz. Durante el verano le obligaron - con otros dos sacerdotes más - a trabajar en las eras trillando.

Les llevaban a la iglesia para que con picos y palas, destrozaran y rompieran los muros de las iglesias, las imágenes y todo lo que fuera, forzándole y pegándole no sólo con las culatas de los fusiles sino a patadas en el cuerpo, en el estómago y el cuello, exigiéndole que blasfemara y maldijera a Dios y a los santos.

Don Félix sufrió este martirio sistemático durante un año entero. Martirio físico y psíquico que finalmente hizo que el 25 de julio de 1937, a las tres de la tarde y contando 33 años de edad, muriera de una inmensa hemorragia, imposible de contener por la abundantísima sangre perdida. Sucedió en Corral de Almaguer (Toledo).