Sacerdotes

Había nacido el 4 de mayo de 1869 en Manzaneque (Toledo), sus padres se llamaban Higinio y Juana. Tras cursar los estudios eclesiásticos, recibió la ordenación sacerdotal a título de patrimonio, el 19 de diciembre de 1891. Seis después fallecía el cardenal Miguel Payá. El clérigo que era “ordenado a título de patrimonio” contaba con rentas independientes suficientes para permitirle vivir en condiciones aceptables y, por tanto, no tenía obligaciones pastorales. Sin embargo, consta que atendía su pueblo natal.

El Castellano, del 10 de junio de 1924, da noticia que los días 6, 7 y 8 de junio ha tenido lugar en Manzaneque (Toledo) un triduo en honor del Sagrado Corazón de Jesús. La noticia termina recordando que: “Las Marías del Sagrario de Orgaz vinieron a cantar en unión de las de Manzaneque, ensayadas con antelación por el señor ecónomo don Mónico del Campo, alma de esta fiesta tan hermosa y tan llena de amor, lo que más necesitan los corazones”.

El 7 de septiembre de 1931, medio año después de instaurada la Segunda República española, aparece don Mónico en “El Castellano” firmando una carta junto a las autoridades y personalidades más destacadas de Manzaneque. El tema que aparece en primera página, titula: El párroco de Mora, encarcelado. Se trata del beato Agrícola Rodríguez García de los Huertos (protomártir de la Archidiócesis de Toledo y que fue beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007). «…La causa ha sido una hoja anónima, profusamente repartida, en la que burdamente se le acusa de haber pronunciado en el curso de un sermón el día 1º del actual, en Manzaneque, frases inconcebibles para todo persona de mediana cultura.

La redacción de “El Castellano” afirma: Tenemos sobre la mesa una de estas hojas. Bastaría que la reprodujéramos íntegramente, para que toda persona sensata, cualquiera que sea su ideología, advirtiese la trama burda con que se enreda una especie calumniosa. He aquí, simplemente, una muestra:

Dice el anónimo: Entre las varias cosas que en su “valeroso” sermón dijo, se destaca esta: todos cuantos protestan de nuestra religión, provienen de madres no castas e inmundas…

Claro que Manzaneque -prosigue la noticia-, apenas enterado de la maniobra… se ha apresurado a protestar enérgicamente.

Habiendo llegado a nuestro poder una hoja impresa en esa villa y enterados de su contenido, hemos quedado desagradablemente sorprendidos de la especie calumniosa en ella vertida respecto a unas supuestas frases que dicha hoja atribuye al señor cura ecónomo de Mora, en el sermón de la fiesta de este pueblo de Manzaneque, celebrada el 1º del actual.

Y todos los vecinos de esta villa sin distinción de clases, que escuchamos la referida oración sagrada, saliendo por los fueron de la verdad y la justicia nos creemos obligados en conciencia a desmentir dichas frases, puesto que no fueron dichas…

…valga esta declaración que en nombre de todo el pueblo de Manzaneque le dirigimos a usted, para que lo haga saber por los medios oportunos a la opinión de esa villa y queden las cosas en su lugar y esclarecida la verdad y aplastada la calumnia que tal vilmente se esconde tras el anonimato».

La fiesta que predicó en Manzaneque fue con motivo de la fiesta del Santísimo Cristo de la Fe. Aunque el beato Agrícola no ofendió a nadie en su predicación y se limitó a hablar de Jesucristo, alentando a los fieles a profesar la fe católica en medio de las dificultades y persecuciones del momento, fue acusado de hablar en contra de la República y denunciado por dos componentes de la banda de música, naturales de Mora, que actuaron en la fiesta de Manzaneque. El domingo 6 de septiembre fue detenido y encarcelado en el Ayuntamiento de Mora. Le llevaron a la cárcel de Orgaz y de allí le desterraron de su parroquia, teniendo que marchar a Consuegra, su pueblo natal. Al cabo de tres meses, en enero de 1932, pudo volver a su parroquia de Mora (Toledo). Don Mónico salió en su defensa, aunque no sirvió para nada… pero su significación valdría para saber de qué lado estaba.

A los 67 años ejercía de ecónomo de su propio pueblo natal. A poco de comenzar la guerra, fue detenido, permaneciendo en prisión hasta el 17 de agosto. [Este día fue llevado a las cercanías de Los Yébenes (Toledo), siendo allí fusilado. Enterrado en el cementerio de Los Yébenes], su cadáver fue trasladado a la iglesia parroquial de Manzaneque en junio de 1940.

Sin embargo, en la documentación expedida en Mora de Toledo al finalizar la Guerra Civil, en los entables que llevan por título “Relación de personas residentes en este término municipal, que durante la dominación roja fueron muertas violentamente o desaparecieron y se cree fueron asesinados”, podemos leer (en el estado número 2) que la fecha del hallazgo del cadáver de Mónico del Campo Gómez fue la del 3 de agosto de 1936 y que el sitio en que fue encontrado, fue en las proximidades del cementerio de Mora”. Está firmado en Mora, por el Alcalde, el 29 de abril de 1939.

En el Ayuntamiento de Manzaneque, la casilla de la “fecha de su muerte o desaparición” está en blanco; y, sin embargo, en la casilla “si fue encontrado su cadáver, en qué sitio y clase de heridas que presentaba”, afirma que en el “Cementerio de Mora, con heridas de arma blanca”.