Paula Herreros González, Francisco de

El Siervo de Dios Francisco de Paula Herreros González nació en San Carlos del Valle el 21 de marzo de 1875, aunque toda su infancia transcurre en Membrilla y es educado en un ambiente cristiano y piadoso con sus dos fervorosas tías, Teodora y Josefa. Fue enviado a Madrid para iniciar los estudios eclesiásticos al lado de su tío don Juan Herreros, Capellán de las Salesas Reales. Después pasó a Toledo, donde finaliza los estudios con el título de Doctor en Teología. Ordenado sacerdote en Ciudad Real, celebra su Primera Misa el 27 de mayo de 1899. Inmediatamente fue nombrado Cura de la Puebla del Príncipe, pasando después como Coadjutor a Villanueva de los Infantes y luego a Chillón, Manzanares, Argamasilla de Alba; Cura de Alhambra de donde fue trasladado a San Carlos del Valle y, por último, a Las Labores donde permanece hasta la fecha del martirio, el 31 de agosto de 1936. Es digno destacar que el 20 de abril de 1918 expedía una certificación como Párroco de San Carlos del Valle en la que se dice que: “en el libro tercero de partidas de bautismo, al folio doscientos cincuenta y dos se halla el acta de bautismo de D. Gabriel Campillo Sánchez, nacido el 18 de marzo del año 1886, natural de San Carlos del Valle” y que sería martirizado salvajemente en Montiel el día 20 de noviembre del año 1936 y sus restos mortales trasladados a San Carlos del Valle. Como último destino fue enviado a Las Labores donde, ya sexagenario y después de haberse ejercitado en hacer mucho bien a todos y socorrer a los necesitados, cobardemente y por la espalda, lo mataron de un tiro en la nuca. Y, ya caído en tierra, una escopeta le destrozó el vientre. Quedó abandonado en la cuneta de la carretera, cerca de Puerto Lápice. Después se le arrojó, como a tantos otros, a la “Siniestra mina de Camuñas”. Era el 31 de agosto de 1936. En Las Labores, sus asesinos presumían diciendo: “Aquí no hemos matado a nadie… más que…al Cura… “.

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