

Faustino Santos Jimeno, nace en Almedina (Ciudad Real) el 21 de febrero del año 1906 en el seno de una familia humilde, numerosa y muy cristiana. El mayor de diez hermanos de los que sobrevivieron cinco (tres chicas y dos chicos). Hijo de José Santos Serrano, jornalero de profesión, y Servanda Jimeno Estacio, naturales y vecinos de Almedina (Ciudad Real). Bautizado en la Parroquia de Santa María de Almedina (Ciudad Real) el día 25 de febrero por D. Orencio Carriazo Casanova, se le impuso el nombre de Maximiano Faustino.
Frecuenta la parroquia como monaguillo y pronto el párroco D. Orencio descubre sus cualidades humanas, facilidad en el estudio y amor al trabajo ayudando a su familia a salir adelante; y, al cumplir los catorce años se plantea, ayudado por su párroco, la posible vocación al sacerdocio.
Ingresa en el seminario el año 1920 y destaca por su aplicación desde el primer curso de Latín y Humanidades (1920-1921) y fue distinguido con el “Accessit” en Gramática Latina (5 de junio 1921); en el curso académico 1927-1928 estudia el primer año de Teología y, se traslada a Granada para hacer los cursos universitarios, acogido por el canónigo don Juan Arias, natural también de Almedina (Ciudad Real).
En mayo de 1931 es asaltado el Seminario de Granada y Faustino tiene que huir junto con sus compañeros; regresa a Ciudad Real, finaliza los estudios eclesiásticos, recibe el Subdiaconado el 5 de junio de 1932 y, finalmente, es ordenado de presbítero en Ciudad Real, el 19 de junio del año 1932.
Ejerció el ministerio sacerdotal como Coadjutor de la Parroquia de Santa María en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), -primero y último destino-, y, a la vez, impartía enseñanza privada, como medio para ayudarse y ayudar a su humilde familia. La República había suspendido las ayudas a la Iglesia y al clero.
Entre los causantes de la muerte estaba precisamente un alumno, al que Faustino en repetidas ocasiones ayudó económicamente y acogió en su casa, etc. Faustino fue arrojado vivo a una mina, entre Herencia y Puerto Lápice el 30 de agosto de 1936. Apenas había alcanzado los treinta años de edad y tres de ministerio sacerdotal.