El 14 de septiembre de 1936 Pío XI concede una audiencia a un grupo de unos 500 españoles… Lo que se veía, al correr las cortinas desde las estancias vaticanas, era una escena sobrecogedora: los españoles llegaban lívidos todavía, angustiados, como aturdidos. Iban vestidos con ropas prestadas, que a muchos les caían grandes y les daban un cierto aspecto fantasmal; habían visto la muerte muy de cerca, pero venían cantando el “Reinaré en España”, como en una auténtica peregrinación. Era emocionante ver aquello. La Secretaría de Estado había hecho preparar e imprimir una traducción oficiosa española de la alocución, de la que fue entregado un ejemplar a cada uno de los asistentes. Algunos lo doblaban con delicadeza mientras lo guardaban como si de una reliquia se tratase… Por fin Pío XI se asomó a la ventana y los peregrinos, entre lágrimas, estallaron en un gran aplauso. Tras corresponder a los saludos, comenzó la alocución. El Papa se compadecía de los peligros y sufrimientos pasados, denunciaba los horrendos crímenes cometidos contra personas y edificios eclesiásticos en la zona republicana, aludía de modo discreto pero inequívoco a los excesos que también se daban en la otra zona y no negaba su caridad a los mismos perseguidores de la Iglesia… Muchos no podían ni leer, pero percibían la cálida acogida en el tono de voz del Pontífice. A partir de esta escena en Castelgandolfo (Roma) regresamos con el estallido de la guerra. Lo que nos disponemos a narrar no es más que uno de los muchos capítulos en que se divide el libro de la cruel persecución religiosa que se vivió en la España de los años 30, y que se concentró de manera salvaje en el segundo semestre de 1936, coincidiendo con el inicio de la guerra civil española. Los sucesos de la persecución religiosa en la ciudad de Toledo se desarrollan en un margen de 72 días, que llevarán al exterminio de las comunidades de religiosos, de los sacerdotes diocesanos y de muchos seglares comprometidos con la Iglesia. Junto a esta página desconocida y gloriosa, suceden los famosos hechos de la defensa del Alcázar, episodio militar que fue seguido en el mundo entero… Mientras sus defensores hacían dar un significativo paso para el ejército de Franco y sus atacantes huían sin el triunfo conseguido, la Iglesia fue perseguida y masacrada. JORGE LÓPEZ TEULÓN es sacerdote de la Archidiócesis. Postulador de las Causas de los mártires para las diócesis de Castilla-La Mancha y Ávila. Además es Capellán del Colegio “Compañía de María” de Talavera de la Reina (Toledo).
